El láser vascular marca la diferencia
Láser: Láser Vascular Facial
"Venillas" Faciales. Cuperosis, Telangiectásias, Rosácea, Angiomas. |
Son muchos los tipos y las formas de las lesiones de origen vascular que pueden aparecer en la piel a nivel facial: venillas aisladas, otras en forma de retícula, formando manchas, como puntos denominados "puntos rubí", en algunos casos son escasas y aisladas y en otros pueden ser muy abundantes y extensas. Algunas son de origen tumoral (benigno): angiomas y hemangiomas, manchas en vino de oporto, etc. Algunas de estas lesiones se asocian a patologías y/o trastornos sistémicos como la Rosácea (menopausia), etc., algunas pueden aparecer en otros lugares anatómicos y muchas son congénitas (de nacimiento).
Muchas personas, sobre todo las que tienen fototipos bajos (piel clara) presentan, a nivel facial, este tipo de alteraciones. Se asocian popularmente (sin relación causal necesaria) al consumo de alcohol, y son causantes de gran desagrado en el paciente por su repercusión estética. Van aumentando a lo largo de la vida y no tienen tratamiento etiológico.
El láser vascular por sus especiales características y afinidad por la hemoglobina, actúa de forma específica consiguiendo depositar la energía en el interior de la lesión vascular preservando el tejido circundante.
Requiere programar exquisitamente los parámetros de la unidad láser a las características de los vasos de cada paciente (color, tamaño, etc.), y en general de varias sesiones, para conseguir un resultado satisfactorio. Y como siempre el resultado se logrará en el tiempo.